Gesta de Malvinas

La historia detrás del Día del Piloto y Tripulante de Helicóptero

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21-05-2024.
 En esta fecha se conmemora el rescate del entonces mayor Carlos Tomba y el valiente accionar de la aguerrida tripulación del helicóptero Bell 212.

Cada 21 de mayo se conmemora el Día del Piloto y Tripulante de Helicóptero en homenaje a la primera misión de rescate que completó el Escuadrón de Helicópteros Malvinas durante el Conflicto del Atlántico Sur.

En una de sus misiones, el piloto de IA-68 Pucará, en aquel entonces mayor Carlos Tomba, fue derribado por un Sea Harrier inglés. Sintió los impactos, perdió el control del avión y se eyectó a tan solo 5 metros del suelo. Milagrosamente, sobrevivió.

Al mirar una foto de los restos de su máquina, tomada 25 años después, asintió y confirmó que era el Alfa 511, la matrícula del IA58 Pucará que conducía. Afirmó: "Fueron apenas segundos en los que pude estallar y morir, pero se ve que Dios no lo quiso".

El rescate tuvo dos intentos: el primer helicóptero en despegar hacia la zona indicada por el Puesto Comando fue el Bell-212 H-83, el cual llegó al lugar y después de unos minutos regresó sin poder encontrar al piloto.

Luego, el H-85 despegó hacia la zona del encuentro ya que no se tenía el lugar exacto de eyección o punto de recuperación coordinado. Sin embargo, gracias al excelente adiestramiento, coraje y valentía de la tripulación se realizó rastrillaje visual hasta casi las últimos vestigios de luz.

Y ahí, justo cuando la visibilidad se reducía, descendieron ante la duda si eran rocas o fuselaje. Pudieron observar que no existían signos de fuego, lo que habilitó a descender con chaleco antibalas, fusil Fal y un aplomo admirable.

Al examinar el resto de aeronave observaron el paracaídas hecho un ovillo debajo del asiento, denotando conciencia y estrategia del piloto.

Se decidió despegar y sobrevolar la zona continuando con la frenética búsqueda en la penumbra de la noche, y alli en el horizonte se observó una luz roja y redonda. Estuvo el temor de que sea un señuelo del enemigo, pero se acercaron de todas formas con la esperanza de encontrarse con el oficial, y con abundante coraje el reencuentro se hizo realidad.

Tal como expresó el teniente Gustavo Brea "una alegría ver una bengala en el horizonte cuando no encontrás ningún sobreviviente en el avión destruido que tenes al lado".

Encontrar a Tomba, fue la misión, en el inedito vuelo nocturno para el Bell 212 ya que no contaba con esa capacidad de vuelo.

El escuadrón helicópteros llevaron a cabo muchas hazañas notables en las islas participando en operaciones de búsqueda y rescate.

LA TRIPULACIÓN DEL BELL-212 H-85

Recientemente el Museo Nacional Aeronáutico recibió la visita del comodoro (R) “VGM” Luis Longar quien fue el comandante de la aeronave que rescato a Tomba.

Junto a él integraron la misión el teniente Gustavo Luis Brea como copiloto, el cabo primero Ernesto Segundo Palacios como mecánico de aeronave, y el cabo primero Quiñonez como operador de carga. A su vez en dicha misión participó el primer teniente medico Fernando Miranda Abos.

Asimismo, también Longar protagonizó el rescate de los náufragos del guardacosta Rio Iguazú, con quienes se encontró 35 años después, fundiéndose en emoción por haberles salvado la vida.

La audacia y valentía de los pilotos de helicóptero argentinos en estas arriesgadas misiones de rescate merecen un reconocimiento y homenaje especial.

Por esta razón, como cada 21 de mayo conmemoramos el Día del Helicopterista, y el ahora brigadier mayor “VGM” (R) Carlos Tomba lo celebra. Por coraje y compromiso que demostraron en las Islas Malvinas, merecen nuestro agradecimiento. Viva La Patria!!

EL LEGADO DEL BRIGADIER MAYOR TOMBA

En las gélidas noches de las Islas Malvinas, el brigadier mayor Carlos Tomba se convirtió en un símbolo de valentía y sacrificio. Su historia, llena de coraje y determinación, merece reconocimiento.

En medio del conflicto bélico de 1982, Tomba, un experimentado piloto de la Fuerza Aérea Argentina, se encontraba en Goose Green, una Base en la Gran Malvina. En un principio llegó a las islas como voluntario para solucionar problemas electrónicos en los aviones Pucará. En lugar de regresar al continente después de resolver las dificultades tecnológicas, decidió quedarse y combatir.

 

Fuente: Dirección de Estudios Históricos / Museo Nacional de Aeronáutica.

Redacción: Departamento Comunicación Institucional.