8 de junio de 1982

Malvinas - El día más negro de la flota británica

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08-06-2024.
 A través de esta crónica se resalta uno de los hitos más importantes de la batalla aérea por nuestras Islas Malvinas

Panorama a principio de junio

Después del ataque del 30 de mayo al portaviones ligero HMS Invencible retrasó la llegada de la Brigada de Infantería 5 perteneciente a la Royal Navy, por este motivo el desembarco se realizó en buques menores en la cabecera de playa de San Carlos, lo hicieron en ese lugar, porque los británicos contaban con la mejor defensa antiaérea. A esta altura, el grueso de las tropas terrestres, se encontraban en las cercanías de Puerto Argentino planeando su ataque final.

Por otra parte, el general A. Wilson a cargo de la 5 Brigada se encontró con el escollo de no contar con helicópteros suficientes, debido al hundimiento del portacontenedores Atlantic Conveyor. Después de muchas discusiones gran parte de las tropas galesas y escocesas desembarcarían en la zona de Fitz Roy, estando de esa forma a las puertas de la ofensiva final.

Siendo las 13:55 horas aparecieron 14 aviones cazabombarderos Douglas Skyhawk sobrevolando encima de los buques de desembarco-logísticos HMS Sir Galarad y HMS Sir Tristam y una fragata de escolta para protegerlos rumbo a Bahía Agradable. La primera de las mencionadas fue atacada por la escuadrilla Dogo, a cargo del primer teniente Carlos E. Cachón, conjuntamente con los numerales, teniente Carlos A. Rinke y el alférez Leonardo S. Carmona impactaron dos bombas de 250 kg provocando el incendio del buque. A raíz de este ataque el alférez recibió un impacto en la parte delantera de su avión, ocasionando el desprendimiento del tablero de instrumentos por completo, sobrellevando el regreso con los indicadores fuera de servicio y soportando todo el peso de dicho tablero con sus piernas, aterrizando en Rio Gallegos sin inconvenientes.

Este ataque sorprendió a las tropas de desembarco que no contaban con cobertura aérea, facilitando así la operación.

Igual suerte corrió el buque de desembarco–logístico RFA Sir Tristam, atacada por otros Skyhawks al mando del teniente Daniel E. Gálvez y el alférez Hugo E. Gómez, pero el fuego fue controlado y reparado de emergencia, donde luego fue transportado sobre flotadores hacia su país.

Esta misión ocasionó 57 bajas y alrededor de 150 heridos. El buque Sir Galarad se hundió en mar abierto y el Sir Tristam quedó irrecuperable, siendo remolcado hacia el museo naval de la armada británica.

Luego de cinco minutos, precisamente a las 14:00 horas, llegaban procedentes del sur y sobrevolando el mar, dos escuadrillas de Mirage M-V Dagger indicativo Gato, compuesta por el capitán Amílcar G. Cimatti, primer teniente Carlos A. Antonietti y el mayor Carlos N. Martínez.

La otra escuadrilla denominada Perro, a cargo del capitán Carlos A. Rodhe, el primer teniente José L. Gavari Zoco y el primer teniente Jorge O. Ratti, quienes avistaron la fragata misilística F-12 Plymouth, señalada así por Gran Bretaña. La embarcación intentó ejecutar maniobras de giro 180° pero ya era tarde, sobre ella se encontraban los Mirage V Dagger lanzando varias bombas de 250 kg cada una, como también proyectiles que provocaron averías de consideración, despidiendo mucho humo procediendo a retirarse mar adentro.

Ambas escuadrillas despegaron de Río Grande, provincia de Tierra del Fuego a las 13:00 horas y se encontraban armadas con dos bombas BR 250 y cañones, versión “Hotel” de dos tanques de 1700 litros de combustible, teniendo como misión el ataque a objetivos navales en la zona de Fitz Roy. Las dos escuadrillas fueron guiadas por el Lear jet matrícula T-23 con indicativo Libra.

Paralelamente a estas misiones se ordenó la salida de diversión de dos escuadrillas de M-5 con el objetivo de exponer a estas aeronaves a los radares británicos para que redirigieran los interceptores hacia el norte, alejada de la zona de desembarco.

Estaban integradas de la siguiente manera: tres Mirage M-5 bajo el indicativo Carta armados con cañones, la cual realizó operaciones de velo y engaño sobre las islas Sebaldes. La tripulación estaba integrada por el vicecomodoro Luis D. Villar, el teniente Daniel O. Valente y el primer teniente Mario M. Callejo, despegando desde San Julián a las 13:20 horas. La otra escuadrilla, integrada por otros tres M-5 Dagger, con indicativo Sobre, despegó de San Julián a las 13:25hs armados con cañones, también sobrevolarían las islas Sebaldes, siendo tripulados por el capitán Carlos A. Maffeis, primer teniente Carlos A. Musso y el teniente Gustavo E. Aguirre Faget.

Ambas escuadrillas se dirigieron por ruta directa hacia el objetivo, aparentando una operación de ataque con rumbo general hacia el brazo San Carlos, llegando a las islas Sebaldes en altura, sin encontrar oposición aérea. Las dos escuadrillas de diversión aterrizaron en Río Gallegos a las 14:50 y 15:25 horas respectivamente, siendo un éxito la operación, reconocido por los británicos como uno de los mayores desaciertos del conflicto.

Después de las 14:30 horas y confirmada la posición de los blancos y la magnitud de los daños provocados, la Fuerza Aérea Sur (FAS) ordenó una segunda oleada de ataque a objetivos navales que ingresaran o estuvieran próximos a la zona de desembarco en bahía Agradable.

Se dispuso el despegue de dos escuadrillas de Douglas A-4B y una de Douglas A-4C, más dos secciones de Mirage M-III EA con reabatecimiento en vuelo para cobertura aérea defensiva y el ataque a objetivos navales.

Las escuadrillas estaban compuestas por tres Douglas A-4B, indicativo Mazo, armados con tres bombas BR 250 con retardo y cañones. Los tripulantes en ese momento fueron el primer teniente Danilo R. Bolzán, el alférez Guillermo A. Dellepiane y el teniente Juan J. Arrarás. Despegaron de Río Gallegos a las 15:00 horas.

La otra escuadrilla se encontraba integrada por tres aviones Douglas A-4B, con indicativo Martillo, armados con tres bombas BR 250 con retardo y cañones. La tripulación en esa oportunidad estaba compuesta por el primer teniente Oscar E. Berrier, el primer teniente Héctor H. Sánchez y el alférez Alfredo J. Vázquez. Despegaron de Río Gallegos a las 15:00 horas. El rol de combate TPS-43 Malvinas lo asumiría el primer teniente Carlos Mazzochi y el cabo principal Enrique Sierra.

Entraron en la zona de combate, rasante, por el sur de la isla Soledad. Con un rumbo aproximado de 050º, cruzaron la isla en búsqueda del objetivo. Después de atravesar algunos chubascos al sur del seno Choiseul, llegaron lateral a Puerto Fitz Roy.

Al tiempo que el radar Malvinas les indicaba que el blanco se encontraba más al este y comenzaba a referirles la posición de las patrullas aéreas enemigas, distinguieron a la derecha los navíos humeantes atacados en la primera oleada.

El guía corrigió a rumbo 090º, y con la formación escalonada a la derecha sobrevolaron el margen norte de Bahía Agradable por encima del establecimiento del mismo nombre. Desde el margen sur les disparaban misiles y fuego de la artillería antiaérea. El sector que volaban se encontraba cubierto por fuerzas de infantería que, a su paso, se arrojaban cuerpo a tierra y formaban una cortina de fuego con las armas automáticas. Vázquez habría acelerado a pleno para eludir las defensas, sobrepasando a Sánchez. Este, a su vez, al ver las tropas enemigas, probó los cañones, le salieron tres disparos y se trabaron, mientras escuchaba varios impactos en su avión, producto de armas livianas de la infantería británica.

Cuando la escuadrilla se estabilizó en la nueva orientación, formados en columna extendida, de acuerdo con la orden recibida, buscaron los buques que pudieran haberse salvado del ataque anterior. En ese momento, les interfirieron las comunicaciones por VHF. A través de esta acción, perdieron la posibilidad de comunicarse entre ellos.

El primer teniente Sánchez, que había quedado en la cola, miró a su retaguardia y en la superficie del mar, observó el camino de surtidores de agua que levantaban los impactos de armas automáticas calibre 20 o 30 mm que, desde algún lugar impreciso, más atrás y más arriba, le disparaban desde otro avión.

Mientras sus compañeros terminaban el ataque, casi a su mismo nivel y 90º a su derecha, Sánchez visualizó a dos Sea Harrier que, en forma simultáneamente, disparaban misiles Sidewinder AIM-9L. Les gritó a sus camaradas que efectuaran maniobras evasivas. Le impresionó la densa estela blanca de los misiles y vio a Bolzán que iniciaba el escape ejecutando un viraje rasante hacia la izquierda, y que Arrarás y Vázquez giraban en forma ascendente y muy abrupta por la derecha, para enfrentar los misiles. Al tiempo que perdía de vista a Bolzán, Sánchez presenció que el Douglas A-4B del teniente Arrarás era alcanzado en la cola, que el piloto se eyectaba y que caía con el paracaídas desplegado.

Por el contrario, el misil que impactó al Douglas A-4B del alférez Vázquez, le dio de pleno en el centro, por lo que el avión se desintegró en el aire y los restos desperdigados cayeron cerca del lugar donde se había hundido el teniente Arrarás.

El primer teniente Sánchez se desprendió de las cargas externas y, careciendo de cañones, realizó maniobras evasivas y viró hacia el seno Choiseul, hacia una zona de lluvia intensa para desprenderse de los Sea Harrier. Se alejó en vuelo bajo y, tan solo con 1000 libras de combustible debido a que un tanque externo no había trasvasado a los principales, ascendió al nivel de mínimo consumo, donde se comunicó con el reabastecedor, recibiendo su pedido sin que los radares enemigos atrajeran su posición. Desde el KC-130 Hercules se observaban las pérdidas de combustible en los tanques alares, por lo que se optó por acompañarlo y efectuar eventuales recargas hasta cerca de Río Gallegos, donde aterrizó alrededor de las 18hs.

Los restos del avión matrícula C-204 fueron encontrados posteriormente en Rain Cove, Island Creek. Los restos mortales del piloto, primer teniente Danilo Bolzán, descansan en el cementerio de guerra argentino de Darwin, mientras que los cuerpos del teniente Juan Arrarás y el alférez Alfredo Vázquez nunca fueron encontrados.

Al anochecer, los buques de la Task Force aún ardían en Bahía Agradable. Poco después de medianoche, en la estación de escucha de Comodoro Rivadavia, se interceptó una comunicación entre las tropas británicas desembarcadas y el operador de un buque. Desde tierra solicitaban bolsas para cadáveres. Ante la consulta del embarcado, el de tierra respondió que era para las bajas de ese día y las previstas para el siguiente” (según testimonio del informe personal del cabo primero Enrique J. Nicolini).

Como racconto de las acciones vividas en la contienda, podemos afirmar que las bajas de aeronaves británicas declaradas son las siguientes:

  • Un Harrier GR.3 (matrícula XZ-989) del Escuadrón 1 (F) RAF destruido en accidente operacional en la FOB, piloteado por el Wg. Cdr. Peter Squire, saliendo ileso.
  • Un helicóptero Scout AH.1 (matrícula XR-628) del Escuadrón 656, sufriendo daños mayores en accidente operacional, quien fuera abandonado por su tripulación.
  • El buque logístico RFA Sir Galahad destruido, con 57 hombres fallecidos y aproximadamente 150 heridos (las fuentes británicas son muy dispares en el número de lesionados).
  • El buque logístico RFA Sir Tristram, presentando daños mayores con dos tripulantes fallecidos.
  • La fragata clase Rothesay HMS Plymouth se encontró con daños mayores y tres tripulantes heridos.
  • El lanchón de desembarco LCU21 (del HMS Fearless) fue hundido y cuenta con seis tripulantes fallecidos.

En total, aquel 8 de junio de 1982, la Fuerza Aérea Argentina ejecutó 61 salidas desde el continente de las cuales 41 fueron de combate. Había transcurrido una jornada que en el Reino Unido se recordaría como «el día más negro de la flota».

Fuente: Probado en combate – Comodoro (R) Pío Matassi - Colección Aeroespacial Argentina Volumen 58 (1995)

La Fuerza Aérea en Malvinas – Volumen III Comisión Batalla Aérea por Nuestras Islas Malvinas (BANIM)