Entrega de uniformes y sables a la Promoción 93 de la Escuela de Aviación Militar
El 14 de junio se realizó la ceremonia de entrega de uniformes y sables a los cadetes de 1er año de la Escuela de Aviación Militar como así también el ascenso de los suboficiales cadetes y cadetes de cuarto año que demostraron un desempeño destacado en la etapa de formación.
El evento estuvo presidido por el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier mayor Fernando Luis Mengo, acompañado por el director general de Educación, brigadier Fernando Valentich y el director de la Escuela de Aviación Militar (EAM), comodoro mayor Marcelo Ramadori, altas autoridades de la Institución; veteranos de Guerra de Malvinas; personal militar superior, subalterno, civil; representantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad; representantes de la Universidad de la Defensa Nacional; agregado de Defensa de la República de Panamá; el presidente de FAdeA; cadetes, familiares e invitados especiales.
El acto comenzó con la presentación de la Bandera de Guerra de la Escuela, luego, el titular de la Fuerza, junto con el director general de Educación, realizaron revista de tropas y la Banda Militar de Música de la Escuela entonó las estrofas del Himno Nacional Argentino.
Posteriormente, el capellán de la Escuela realizó una invocación religiosa y el director de la EAM pronunció palabras alusivas en las cuales manifestó que: “Nos encontramos reunidos en formación castrense en esta histórica Plaza General San Martín, la cual brinda el marco adecuado y digno para celebrar dos acontecimientos de vital importancia en la vida de nuestros jóvenes cadetes, que, si bien se destacan por sí mismos, hoy cobran marcada relevancia con la presencia de autoridades, instructores, profesores, padres y amigos presentes”.
“En este acto que se repite año tras año, en primer término, nos aprestamos a promover al grado inmediato superior a los suboficiales cadetes y cadetes del cuarto curso, que por su esfuerzo, dedicación y ejemplo se han hecho merecedores al ascenso”, declaró el comodoro mayor.
“El otro acontecimiento que nos congrega es la tradicional investidura a los cadetes del primer curso, pertenecientes a la nonagésima tercera promoción, quienes por primera vez visten el uniforme que los distinguen como damas y caballeros cadetes de la Fuerza Aérea Argentina”.
Asimismo, destacó que a raíz de los intercambios bilaterales, “en nuestro instituto se forman futuros oficiales de las Fuerza aéreas de países amigos. En este sentido es un honor contar entre quienes reciben su uniforme al día de hoy, a un cadete del Estado Plurinacional de Bolivia y un cadete de la República de Panamá, hecho que despierta los más puros sentimientos de integración entre los pueblos”.
En su discurso se dirigió a los suboficiales cadetes y cadetes que serán ascendidos recordándoles que no es lo mismo dar órdenes que mandar: “El ejercicio diario del mando, el cual vienen practicando desde el segundo año, no se trata de una acción para imponer su propia voluntad, todo lo contrario, el atributo del mando es una facultad que se otorga al militar y debe ser ejercido desprovisto de todo orgullo y soberbia, pero si aplicado con nobleza, lealtad, equidad y justicia para el logro de la misión impuesta”.
“Este merecido ascenso, genera en ustedes un compromiso, que implica redoblar los esfuerzos para ser permanentemente un claro ejemplo entre sus pares y subordinados”, manifestó el director.
Por su parte, a los cadetes de primer año que recibieron el uniforme les manifestó que “La vida militar que están iniciando debe ser una vida de pasión y valores y no de una costumbre. La satisfacción que ustedes están sintiendo, se convierte en profunda emoción para los que ya vestimos el uniforme, porque vemos nuestra historia y nuestro futuro”.
“Este uniforme, símbolo de la Fuerza Aérea Argentina, tiene una historia rica en mártires y sacrificio”, declaró el oficial y agregó: “Hoy reciben, en el mismo lugar que lo hicieran años atrás nuestros Héroes, que dieron testimonio de su compromiso por la Patria en la Gesta por nuestras Islas Malvinas, sepan que no representa la exteriorización mundana de una casta, sino la de un estilo de vida cimentado en valores consagrados a la entrega y al espíritu de servicio”.
Además, indicó que “vestir este uniforme los obliga a transitar la buena senda, aceptando normas de vida, consagrando su esfuerzo en honor a la patria y al servicio de su pueblo”.
En esta oportunidad, también explicó la importancia del sable como símbolo del mando, reservado al cuadro de oficiales de las Fuerzas Armadas de la Nación réplica del que usara el padre de la Patria, brigadier general José de San Martín, para libertar pueblos y fundar naciones.
“Ustedes son la nueva sangre, que debe ser reafirmada en los principios éticos y morales, para consolidar la vocación militar y así poder prepararlos íntegramente como personas, para que asuma su rol de defensores del aeroespacio, merecedores de la confianza de nuestros conciudadanos”, afirmó el comodoro mayor.
Por último, se dirigió a los padres de los cadetes: “Sus hijos están aquí con sus sueños y sus vidas. Enfrentando enormes desafíos, que van a ser obstáculos a superar, van a tener que aguantar el viento en contra. Nosotros les vamos a enseñar a volar. Los aviones despegan con el viento en contra, con este viento, despegan de pistas más cortas y con más carga. Sepan interpretar de esta manera, nuestra formación”.
“Imagino la mirada puesta en sus hijos con todo orgullo y profunda emoción, esa mirada que hasta hace poco lo consideraban niños, y hoy tienen ante ustedes hombres y mujeres que aceptan voluntariamente ser parte de nuestra gloriosa Fuerza Aérea”, concluyó.
A continuación, llegó el momento más esperado, el cual comenzó con la entrega de despachos a los suboficiales cadetes y cadetes de cuarto año ascendidos, en reconocimiento por su desempeño destacado y ejemplo.
Posteriormente, se realizó la bendición de uniformes y sables por parte del capellán de la Escuela y las autoridades entregaron los atributos de mando a los cadetes de primer año, el cual fue coronado con la ejecución de la diana de gloria.
Acto seguido se llevó a cabo el desfile terrestre el cual contó con el pasaje aéreo de aeronaves de la Institución.
Al concluir la ceremonia, los cadetes se formaron en semicírculo para escuchar las palabras del jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, quien les brindó unas cálidas palabras que quedarán en su memoria para siempre.
Para finalizar, los protagonistas de este logro se unieron en un emotivo abrazo con sus familias colmados de lágrimas de orgullo, celebrando juntos este día tan importante para su carrera militar.