Un profesional médico dedicado a las emergencias

Este médico desarrolla dos facetas en su vida, por un lado, se desempeña clínico en el Centro Asistencial Retiro (CAR) y, asimismo, cumple funciones como Jefe de la División Sanidad de la Asociación Bomberos Voluntarios de Pompeya-Barracas (Estación N° 5) de Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Tomamos contacto con el profesional, donde nos atendió en su consultorio del CAR y se le preguntó dónde prestaba servicio, esto nos dijo: “En cuanto a la Fuerza Aérea Argentina, estoy trabajando en el Centro Asistencial Retiro, tres veces por semana, ahí aplico una de mis especialidades como médico clínico, las otras no, porque no está la estructura para hacerlo acá, que es terapia intensiva y emergentología”.

Aparte de su puesto en la Fuerza Aérea Argentina, se desempeña como remunerado en el Hospital Álvarez, con el cargo de jefe de terapia intensiva a través del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y desde el punto de vista voluntario no remunerado, ocupa el puesto de jefe de la división salud de la asociación de bomberos voluntarios de Pompeya-Barracas (Estación 5).

Entre otra de sus facetas, decidió ser bombero voluntario, al respecto le preguntamos cómo se le despertó esta vocación, respondiendo “Inicialmente arrancó mi vocación de muy chico, estando en la Cruz Roja a los 16 años, haciendo primeros auxilios, formando parte del departamento de socorro y, en segundo lugar, venia tomando contacto con varios bomberos de Vuelta de Rocha, Sarmiento, que habían venido a hacer el curso de primeros auxilios en la filial de Cruz Roja. Un poco más grande empecé en la localidad de El Pato, provincia de Buenos Aires, donde había un destacamento rural en Bomberos de Berazategui, entré como cadete, y a los 18 años me incorporé al Cuartel Vuelta Rocha, después tuve un intervalo cuando cursaba la carrera de médico”.

Nos comentó que al finalizar sus estudios ingreso en el cuartel de Patricios-Barracas, donde nos manifestó “esta es una zona vulnerable del barrio 21-24 de la villa Zavaleta, donde tiene sus características especiales, ahí realizamos otro tipo de funciones, que es la social, contención a niños de la calle, le enseñas la estructura de mando, despertando diferentes intereses, incentivando para que ellos puedan desarrollar su vocación y salir de un entorno complicado”.

Dentro del cuartel de bomberos tienen muy en cuenta la salud, manifestando el Dr. Barbieri que reforzaron la medicina laboral, porque la mayoría de los chicos no tienen cobertura, nada de atención, “los terminamos llevando al hospital para hacerlos atender y que tengan un seguimiento en sus estudios. El cuerpo de bomberos cumple funciones de primeros auxilios, hasta tanto venga la ambulancia del SAME, que no viene, ellos tienen que atender y trasladar lo que no están autorizados, pero lo hacen por cuestión social”.

Le preguntamos al profesional de la salud, qué profesión descubrió primero, la de médico o bombero, esto nos respondió_, “desde que tengo 5 años quise ser médico, estaba definido, quería ser médico, antes que mi papá que estudiaba medicina. Ya a los 17 años era instructor de RCP en la Fundación Cardiológica Argentina y esta acción voluntaria me ayudó a desempeñarme en la otra actividad, siempre estando emparentado con distintas Entidades del Tercer Sector. Trabajaba en el sector de trasplante de la Ciudad, antes de ser jefe de terapia intensiva. La Universal Peace Federation (UPF) detectó la coordinación de actividades que hacía y decidieron nombrarme “Embajador de la Paz”, por estas tareas que estoy desarrollando”._

El Dr. Barbieri se desempeña como bombero voluntario desde 2020 en esa zona tan peligrosa de la ciudad de Buenos Aires, teniendo el grado de Cuarto Oficial, mientras que en el Centro Asistencial Retiro (CAR) hace un año y medio que cumple funciones como clínico.

Entre uno de los pasajes de la entrevista le preguntamos, si podría relatar algún hecho donde pudo aplicar su profesión de médico en algún salvataje como de bombero, esto nos dijo “tenemos pacientes dentro del barrio, un paciente se cae de una escalera y se fractura y queda enroscada, el barrio está construido por calles laberínticas en la que muchas veces la ambulancia no entra, por lo tanto, usas una tabla para trasladar al paciente hasta la ambulancia”.

Puede relatar, como fue la experiencia del dictado recientemente del curso práctico de reanimación cardiopulmonar (RCP), para el personal del edificio Cóndor “fue lindo, porque había un público diverso, diversidad de conocimientos, es para que todos tengan un conocimiento de atención cuando ocurra un acontecimiento, es la idea que se busca. A mí me gustaría dar más charlas como estas a las personas que se la perdieron, tener la posibilidad que todos puedan practicar con los muñecos”.

Para finalizar, le preguntamos, que mensaje nos puede dejar, para todas aquellas personas que quieran abrazar la tarea sanitaria de asistencialismo, al respecto nos manifestó “fundamentalmente el mensaje sería que el otro que está ahí al lado podemos ser nosotros también, pero muchas veces lo tenemos que pensar desde el afecto hacia la otra persona, considerar con empatía, lo que le pasa al otro. Lo importante es preocuparse que al otro le duele igual que a vos. Lo más importante, es no solo que das en lo material, sino el afecto y donar tiempo, el tiempo es aquello que no recuperas. El comprometerse con tiempo para ayudar a alguien, es más valioso que regalar plata”.