El Dr. Alberto Cormillot visitó el Hospital Aeronáutico Central

Con más de 60 años de trayectoria el Dr. Cormillot es un referente indiscutido de la salud pública argentina, fundador de múltiples instituciones y programas de difusión de la salud, su labor incansable como comunicador y profesional de la medicina lo ha convertido en sinónimo de prevención, educación y compromiso social.

El encuentro, enmarcado dentro de las actividades organizadas por la Dirección General de Salud, se realizó en el auditorio del Hospital Aeronáutico Central. La entrevista fue conducida por la doctora en nutrición mayor Nancy Soledad Baraglia, y contó con la participación de personal del Hospital Aeronáutico Central, del Centro Asistencial Retiro, autoridades militares e invitados especiales.

Durante la charla el Dr. Cormillot compartió anécdotas inspiradoras de su extensa carrera, reflexiones sobre el rol médico en la actualidad y conceptos fundamentales sobre nutrición y salud pública.

“Es un honor para mí hoy estar acá. No conocía el Hospital, pero si estuve cerca de la Fuerza Aérea. Conocí la Antártida y en varias ocasiones me han invitado a participar de charlas”, expresó emocionado ante los presentes.

El doctor relató que sus inicios en la medicina se remontan a 1961, y recordó: “En la facultad solo teníamos dos horas de diabetes, con un enfoque muy químico. Por eso continué el posgrado en el Instituto de Nutrición. Yo quería ayudar a la gente, entender la obesidad. Fue un médico uruguayo quien me inculco el enfoque de la medicina psicosomática. La palabra psico, no existía en la facultad, pero me ayudó a comprender lo que le pasaba a la gente”.

También hizo hincapié en la necesidad de cambiar la mirada sobre enfermedades crónicas: “En 1966 leí sobre las enfermedades que se controlan, no se curan. Todavía hoy eso no se enseña lo suficiente. El médico nutricionista no siempre cura, pero si puede ayudar, y mucho”.

Entre los temas abordados, habló sobre el cambio de paradigma respecto de la obesidad: “Antes se pensaba que la grasa era un simple tejido que protegía órganos, pero hoy sabemos que es una glándula. Si está en su tamaño normal, funciona bien; pero cuando aumenta, se vuelve dañina”.

Además, reflexionó sobre la influencia de la industria alimentaria y las redes sociales en los hábitos de consumo: “Las golosinas resolvieron muchos problemas emocionales, pero generaron la epidemia de obesidad. Y hoy se suman las redes, sin límites, que también refuerzan conductas perjudiciales”.

En este sentido advirtió sobre el papel del médico actual: “Hoy el profesional debe negociar con el paciente. Hay muchas creencias populares que no se ajustan a las indicaciones médicas. Uno llega a casa y hace lo que puede, lo que cree, y eso muchas veces va en contra de lo prescripto”.

Para concluir, destacó la importancia de promover cambios de hábitos desde la consulta médica: “El cambio comienza por el médico, en cómo habla, en cómo transmite. El objetivo es comunicar sin que el paciente se frustre. Uno debe acompañar, no imponer”.

La visita del Dr. Alberto Cormillot culminó con una anécdota personal que refleja su vínculo con la Fuerza Aérea Argentina, al recordar una de sus experiencias en la Base Marambio: “Los pilotos de la Fuerza Aérea son personas increíblemente capacitadas. Me impresionó el ingreso a la Base: la pista es muy corta y deben aterrizar con una precisión asombrosa. En una de las oportunidades, el avión logró ingresar a gran velocidad y, de repente, ya estábamos en tierra. Sentí una gran admiración por lo que son capaces de hacer”.

Asimismo, mencionó que aún hay mucho por desarrollar en materia de nutrición en el continente blanco. Comentó que fue nombrado personal civil de la Fuerza Aérea ad honorem, y que comenzó a trabajar en un proyecto junto a un equipo interdisciplinario conformado por nutricionistas, un psicólogo y un sociólogo. También se abordaron aspectos relacionados con la infraestructura del lugar, la cronobiología, que difiere considerablemente de la del continente, la ecología, el aislamiento, la invernada, entre otros desafíos propios del entorno antártico.

Como cierre, el Dr. Cormillot compartió una reflexión profunda sobre la importancia de la comunicación en todos los ámbitos de la vida: “La comunicación es clave. Damos por sentado que el otro va a entender lo que decimos, pero cada uno tiene su propio mundo mental y actúa en base a eso. Por eso las habilidades de comunicación son, para mí, lo más importante que puede tener una persona”.